Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)

¿Qué es el SOP?

El Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP) es una condición endocrino-metabólica con una presentación clínica variada, involucrando tanto hormonas reproductivas (estrógenos, progesterona, testosterona) como hormonas metabólicas (insulina y glucagón, reguladores de la glucosa y el almacenamiento de grasa). Aunque su origen posiblemente tenga un componente genético, es esencial recordar que la genética predispone pero no determina, y factores ambientales como la dieta y la actividad física desempeñan un papel crucial en la expresión de este síndrome.

A pesar de su denominación, el SOP no se trata de la presencia de quistes en los ovarios, sino de una disfunción hormonal que resulta en la formación de múltiples folículos pequeños en los ovarios, acompañada de diversos síntomas y signos. Esta condición afecta a aproximadamente el 6-10% de las mujeres en edad reproductiva y es una de las causas más frecuentes de trastornos menstruales.

En la fisiopatología del SOP, el hiperandrogenismo desempeña un papel central, ya que los ovarios producen un exceso de andrógenos, dando lugar a diversos síntomas. Además, la hiperinsulinemia, a menudo causada por la resistencia a la insulina, actúa como un mecanismo complementario al hiperandrogenismo.

Signos y síntomas en SOP

Cada mujer puede experimentar un cuadro diferente encontrando tantos SOP como mujeres que lo padecen.
Algunos de estos signos y síntomas que encontramos son los siguientes:

  • Acné descontrolado.
  • Hirsutismo o vello facial en abundancia.
  • Alopecia o pérdida de cabello.
  • Irregularidad en los ciclos.
  • Problemas de fertilidad.
  • Irregularidades en el sangrado.
  • Acúmulo de grasa abdominal.
  • Acantosis nigricans (oscurecimiento de la piel en diferentes zonas del
    cuerpo).

Criterios diagnósticos

El diagnóstico del SOP presenta desafíos, y es crucial descartar otras causas de problemas ovulatorios. En la actualidad, para confirmar un diagnóstico de SOP, nos basamos en los criterios de Rotterdam (2006) y en los indicadores de exceso de andrógenos. Se deben cumplir al menos dos de los tres puntos siguientes:

  1. Hiperandrogenismo clínico y/o bioquímico:
    • Clínico: presencia de acné, hirsutismo (crecimiento excesivo de vello en mujeres), alopecia.
    • Bioquímico: resultados analíticos que indican valores alterados (testosterona libre total, DHEA, androstendiona, entre otros).
  2. Ovulación alterada:
    • Incluye manifestaciones como oligomenorrea (ciclos menstruales irregulares), amenorrea (ausencia de menstruación), anovulación (ausencia de ovulación) u oligovulación (ovulación irregular).
  3. Ecografía que revele quistes en los ovarios:
    • Este criterio debe confirmarse después de descartar otras posibles patologías.

Estos parámetros son fundamentales para establecer un diagnóstico preciso de esta compleja condición.

En múltiples ocasiones, podemos encontrar ovarios con apariencia poliquística sin
que haya ningún otro indicativo (hiperandrogenismo o alteración de la ovulación). En
este caso no estaríamos delante de un diagnóstico de SOP sino con un problema que
más bien tiene que ver con la inflamación, la alta exposición a disruptores endocrinos
y un posible aumento de los estrógenos (hiperestrogenismo).

IMPORTANTE

TIPOS

Como hemos comentado, hay tantos tipos de SOP como mujeres que lo padecen.
Aún así (ya sabemos como nos gusta clasificarlo todo y etiquetarlo) se estableció esta
clasificación en el mismo consenso donde se acordaron los criterios diagnósticos:

  • SOP A: Anovulación crónica, hiperandrogenismo y ovarios poliquísticos en
    ecografía
  • SOP B: Anovulación crónica, hiperandrogenismo y ovarios normales en
    ecografía
  • SOP ovulatorio. Ciclos menstruales regulares, hiperandrogenismo y ovarios
    poliquísticos en ecografía
  • SOP D: Anovulación crónica, andrógenos normales y ovarios poliquísticos
    en ecografía


En todos los casos, lo más importante será valorarlo con un profesional y tratar la
causa del SOP para poder mejorar la sintomatología.

Causas

Independientemente del tipo específico de SOP y sus manifestaciones particulares, conocer el posible origen de la afección es crucial para determinar el tratamiento más efectivo. En este sentido, contar con la guía de un profesional de la salud es esencial para recibir orientación sobre las pruebas diagnósticas y las opciones de tratamiento adaptadas a cada caso.

  • SOP de perfil metabólico, asociado a resistencia a la insulina:
    • En este caso, la resistencia a la insulina desempeña un papel significativo en el desarrollo del SOP.
  • SOP suprarrenal:
    • Se presenta cuando el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal responde de manera exagerada y sostenida debido a factores como el estrés, exposición a tóxicos ambientales, disruptores endocrinos, problemas de sueño o permeabilidad intestinal.
  • SOP pospíldora:
    • Surge como resultado de la interrupción de las hormonas sintéticas, como los anticonceptivos orales, y puede afectar a mujeres genéticamente susceptibles.
  • Otras causas de SOP:
    • Incluyen condiciones como el hipotiroidismo, deficiencia de yodo, consumo elevado de fitoestrógenos o déficit de hidratos de carbono, lo que subraya la diversidad de factores que pueden contribuir al síndrome.

Resistencia a la insulina y SOP

El escenario más común, indudablemente, es el SOP de perfil metabólico, caracterizado por una resistencia a la insulina subyacente, motivo por el cual nos enfocaremos en él. Como hemos explorado anteriormente, la insulina desempeña un papel fundamental como la clave que permite que la glucosa circulante ingrese en las células, especialmente en el músculo, el hígado y el tejido adiposo. Cuando hay un exceso de azúcar en circulación, la insulina también aumenta, estimulando a los ovarios a producir niveles elevados de andrógenos, lo que conduce a la formación de quistes en los ovarios y a la aparición de síntomas y signos característicos del SOP, como acné, hirsutismo y alopecia.

Alrededor del 70% de las mujeres con SOP experimentan resistencia a la insulina (RI), la cual tiende a estar asociada con el sobrepeso o un porcentaje elevado de grasa corporal. No obstante, es importante señalar que no todas las mujeres con RI padecen de sobrepeso; también es común en mujeres delgadas. Las causas subyacentes de la resistencia a la insulina pueden incluir dietas ricas en azúcares e hidratos de carbono, falta de ejercicio, patrones de sueño deficientes e incluso una predisposición genética.

Abordaje terapéutico y aspectos a tener en cuenta

Hemos aprendido que no hay dos casos de SOP idénticos, por lo que el tratamiento tampoco será uniforme para todas las mujeres afectadas. La clave radica en individualizar el enfoque y abordar la causa subyacente de manera integral.

Es fundamental reconocer que el estilo de vida desempeña un papel crucial en el manejo del SOP. Aunque, en algunos casos, puede ser necesario considerar la medicación a corto plazo para romper el ciclo vicioso, al mismo tiempo que trabajamos en la causa subyacente.

El cambio de estilo de vida es un viaje que debe disfrutarse. No se trata de realizar todo de una vez ni de lograr la perfección desde el primer día. La clave está en integrar gradualmente estos cambios y disfrutar del proceso.

NUTRICIÓN

Esencial para mantener una salud hormonal adecuada. Enfocar nuestra dieta en frutas, verduras, tubérculos, carne de calidad, pescado salvaje, huevos, frutos secos y semillas, junto con aceite de oliva virgen extra, implica reducir la ingesta de productos procesados y harinas refinadas (galletas, bollería, pan blanco, refrescos, postres lácteos…) que son ricos en azúcares. Estos últimos elevan rápidamente los niveles de glucosa en sangre, lo que puede conducir a la resistencia a la insulina y la consiguiente inflamación.
GESTIÓN DEL ESTRÉS

Hemos observado que ciertos niveles de las hormonas vinculadas al estrés son esenciales para preservar la salud. Sin embargo, la dificultad surge cuando este estrés persiste, convirtiéndose en crónico, lo cual desencadena un desequilibrio adicional en el sistema hormonal de las mujeres con SOP. En este sentido, recomendamos encarecidamente la exploración de herramientas y recursos para su manejo, como la meditación, la respiración y la actividad física, además de buscar el respaldo de profesionales en el campo.

SUEÑO Y DESCANSO

Fomentar un adecuado descanso es esencial para el óptimo desempeño de los diversos sistemas de nuestro organismo. Durante la noche, algunos sistemas, como el digestivo, se desactivan para permitir la activación de los mecanismos de reparación corporal. La falta de descanso puede acarrear problemas a largo plazo, por lo que es fundamental otorgarle la relevancia que merece.

EJERCICIO FÍSICO


El organismo está configurado para la actividad y requiere que lo pongamos en movimiento para mantener su salud y garantizar el correcto funcionamiento de todos sus sistemas. La práctica regular de ejercicio contribuirá a mejorar los síntomas del SOP, ya que incrementará la sensibilidad a la insulina, resultando en una reducción de los niveles de andrógenos.

Si necesitas ayuda para trabajar en los síntomas y regular las hormonas relacionadas con el SOP, no dudes en ponerte en contacto conmigo y mi equipo. Estaremos más que encantados de poderte ayudar y darte herramientas efectivas que puedas mantener a largo plazo.

Con amor,

Ale

Índice de contenidos

Compartir artículo

Deja un comentario