Explora el concepto de neuroinflamación y su impacto en la salud cerebral y su relación con la microbiota intestinal. Descubre cómo la inflamación en el sistema nervioso puede estar vinculada a diversas condiciones y cómo abordarla de manera integral para promover el bienestar y la salud mental.
Se ha observado que cuando tenemos un intestino permeable, también tenemos un CEREBRO PERMEABLE. Porque se ha observado que en nuestro cerebro también tenemos una barrera intestinal, es decir, la misma estructura de la barrera intestinal, con sus enterocitos unidos a través de sus uniones estrechas, también tenemos la misma estructura en el cerebro, obviamente con otras células y otra conformación que se llama BARRERA HEMATOENCEFÁLICA. Y es la barrera que separa la circulación sistémica, es decir la sangre, es nuestro cerebro. Esa barrera es la que permite llevar nutrientes al cerebro.
Pero, ¿Cómo se justifica la NEUROINFLAMACIÓN?
Cuando tenemos un intestino permeable, esto va a permitir el paso de sustancias posiblemente tóxicas, metales pesados, microorganismos, endotoxinas (LPS), va a ser capaz de atravesar la barrera intestinal pasar a sangre, atravesar la barrera hematoencefálica e inflamar también nuestro sistema nervioso.
Gracias a este EJE INTESTINO-CEREBRO podemos llevar mediadores de la inflamación, nutrientes, neurotransmisores a nuestro cerebro, pero por supuesto si tenemos un intestino sano llevaremos sustancias y nutrientes que nos interesan, pero si tenemos un intestino enfermo y permeable, llevaremos sustancias que no nos interesan tanto como tóxicos, endotoxinas y neuropéptidos y neuroquímicos que se relacionan más con estados de ansiedad y depresión.
Síntomas de neuroinflamación: niebla mental, algunos trastornos del neurodesarrollo o cognitivos.
Al intestino se le llama segundo cerebro no solo porque tiene muchas neuronas (de 200 a 600 millones) sino porque tiene la capacidad de fabricar algunos metabolitos y neurotransmisores que modulan el estado de ánimo. Un neurotransmisor es una sustancia que nos permite modular el estado anímico o mandar señales al sistema nervioso para realizar un tipo de actividad u otra. Uno de los principales que se fabrican en el intestino es la SEROTONINA o la DOPAMINA, o el GABA (para tener la ansiedad controlada y poder relajarnos). Todos estos neurotransmisores en parte son fabricados por la microbiota y viajan al cerebro para ejercer su efecto. Parte de ellos son fabricados por la microbiota y parte de ellos son fabricados por el sistema nervioso.
La microbiota también se ha visto que tiene la capacidad de influenciar en la regeneración celular de nuestras neuronas, de hecho, enfermedades que tienen que ver con el sistema nerviosos y la neuroinflamación como la esclerosis múltiple, Parkinson o Alzheimer, tienen mucho que ver con este desequilibrio microbiano.
NERVIO VAGO… TE BENDIGO
EL NERVIO VAGO va a conectar nuestra microbiota e intestinos, con el sistema inmunológico y el cerebro. Una de las características del nervio vago es que activa las funciones parasimpáticas o relacionadas con la RELAJACIÓN. Un buen funcionamiento del nervio vago nos va a permitir que mi sistema inmune funciona mejor, a reducir la inflamación y por tanto que yo me encuentre mejor tanto a nivel digestivo como a nivel sistémico como a nivel del sistema nervioso.
Nuestro estado de ánimo tiene mucho que ver con la producción de neuroquímicos y neurotransmisores que se fabrican en la microbiota, y tenemos muchas conexiones que van desde el intestino hacia mi cerebro. Pero que pasa, si yo estoy anclada a un trauma o a una situación difícil en mi vida, pues que mi cerebro también va a mandar esos mensajes a mi intestino y lo van a desequilibrar y va a aumentar ese círculo vicioso se malestar.
Es cierto que a través del NERVIO VAGO podemos hacer algo que se llama el REFLEJO ANTIINFLAMATORIO. Es decir, activando el nervio vago podemos enviar reflejos antiinflamatorios a la microbiota intestinal y de esta forma lograr que el sistema inmune funcione mejor. Además, también, podemos modular las secreciones gástricas y la motilidad intestinal. Y esto es algo muy importante porque muchas personas estresadas suelen estar estreñidas.
Aunque no lo crean, una terapia muy buena para mejorar la motilidad tanto en estreñimiento como en SIBO como en disbiosis, es TONIFICAR EL NERVIO VAGO. Por eso se habla hoy en día de darle fuerza al nervio vago.
Si te identificas con depresión, ansiedad, niebla mental o un estado de ánimo que baja y sube como montaña rusa, tenemos que explorar qué puede estar causando esta sintomatología. Los estudios científicos demuestran que a través de la modulación de la microbiota se puede conseguir modular la salud mental y la neuroinflamación.
En MIKUNA somos expertos en el restablecimiento del equilibrio de la MICROBIOTA.
Con amor,
Ale