En esta entrada del blog nos sumergiremos en un tema que redefine la comprensión de la depresión: la neuroinflamación. Descubriremos cómo los procesos inflamatorios en el cerebro pueden desempeñar un papel crucial en la manifestación de la depresión y, lo que es aún más sorprendente, cómo nuestra microbiota intestinal tiene un impacto directo en este complejo proceso.
Prepárense para desentrañar los misterios detrás de la conexión cerebro-intestino y explorar cómo nuestras elecciones diarias pueden influir en nuestra salud mental de maneras que ni siquiera podríamos haber imaginado.
Biodiversidad microbiana intestinal
Estudios demuestran como la biodiversidad intestinal es más baja en personas con depresión. Es decir, existe una relación directa entre la diversidad de microorganismos en el intestino y la probabilidad de desarrollar depresión u otra enfermedad de salud mental. Se ha comprobado que las personas son depresión contienen niveles muy bajos de Faecalibacterium, una bacteria productora de un AGCC (butirato) muy antiinflamatorio.
Uso de antibióticos y depresión
Con una sola toma de antibióticos en una persona adulta es capaz de erradicar el 30% del ecosistema microbiano y por tanto va a tener un efecto a todos los niveles, microbiano, endocrino, inmunitario y mental.
Estos estudios demuestran que el uso de antibióticos puede predisponer a patologías como la ansiedad y depresión. A más dosis de antibióticos se tomen, más riesgo de prevalencia en enfermedades como la esquizofrenia, depresión y ansiedad. El uso, sobreuso o mal uso de antibióticos no solo ocasiona sintomatología digestiva o inmunitaria sino también mental.
¿El cerebro inflama al intestino o el intestino inflama al cerebro?
Antes ya sabíamos que lo que pasaba arriba afectaba abajo, todos hemos tenido estrés y hemos tenido síntomas digestivos. Pero cada vez se ve más como al revés también, cómo desde la barriga podemos llegar a inflamar nuestro cerebro. Estudios demuestran que la alteración en la microbiota intestinal implica alteración en la conducta. Lo que pasa abajo va a afectar arriba.
Se puede predecir cuantos adultos van a ser ansiosos o depresivos si han tenido trastornos digestivos en la primera infancia. Los niños con muchos problemas digestivos ya es un caldo de cultivos para que en la edad adulta puedan presentar patologías o disfunciones mentales.
El estrés puede afectar a núcleos del cerebro alterando la respuesta del eje HPA y por tanto alterando la inmunidad, por tanto alterando al tracto digestivo y por tanto alterando la microbiota. Es absolutamente bidireccional los eventos de la vida y los eventos en nuestros microbios.
Imagina que recibimos un estrés en nuestra vida, un estrés de baja intensidad, nuestra respuesta de nuestro eje de estrés HPA tiene que ser acorde al nivel de estrés que hemos recibido.
Si en nuestro sistema inmune y microbiota hay disbiosis, desbalance y hay una actividad inmunitaria inflamatoria, ¿Qué es lo que sube arriba?, pues siguiendo el mismo ejemplo, si tengo un estrés de baja intensidad lo voy a interpretar (ya que vivo en inflamación) como si este pequeño estresor fuera un gran estresor y por tanto voy a generar una respuesta de estrés alta muy grande. Entonces no es acorde, no es proporcional el estresor que pueda actuar en mi vida a la respuesta que yo voy a generar.
Un ejemplo claro de esto es una persona que no ha dormido mucho o que ha podido beber alcohol, por la mañana está más sensible al entorno. O es lo mismo que decir “me he inflamado”, y la inflamación genera un altavoz de los estímulos del ambiente. Y esto hace que interprete mi vida como si fuera muy peligrosa, con estresores pequeños voy a generar respuestas muy muy grandes, y respuestas muy grandes generan cambios inmunitarios que generan por supuesto enfermedades.
La alimentación debería ser FOCO en todas las consultas de psiquiatría
- La microbiota es esencial en el desarrollo inmunitario
- Nuevas evidencias hablan de como la microbiota puede influir en el comportamiento
- Una dieta inapropiada es un factor de riesgo para presentar depresión
- La modificación de la microbiota a través de la dieta puede ser una estrategia maravillosa para los pacientes de psiquiatría
Si como sano por supuesto habrá más equilibrio y más cantidad de bifidobacterias, lactobacillus, prebotellas, que van a presentar y generar más metabolitos como los AGCC y eso tiene un efecto a nivel sistémico, pero como estamos hablando del cerebro, pues tiene un efecto NEUROPROTECTOR.
Todo lo contrario que cambios en la microbiota por una dieta basada en porquería, menos AGCC y ya se ve como eso es incremento de la ansiedad y la inducción a patologías.
Una EUBIOSIS, es decir un equilibrio microbiano va a facilitar que las vías neuroendocrinas del cerebro lleguen en paz, en forma de paz.
Endocrinología microbiana
Explica como los microbiota son capaces de producir hormonas y metabolitos, por eso hablamos de endocrinología microbiana, ya que los microbios van a producir sustancias que van a afectar a todos los sistemas corporales y por supuesto nuestro cerebro, que es muy importante.
El ser humano es un complejo neurobiológico y no podemos separarlo. No podemos separar la mente del cuerpo. Y ahora que hablamos del cuerpo no podemos separar a lo que forma de nosotros que son los microbios.
¿Cómo deberíamos tratar la depresión?
TRATANDO LA VIDA, si tiene relaciones sociales sanas, si se expone al sol, si se alimenta bien, todo lo que forma parte de la biografía de la persona. Quiero que entiendas que nuestra microbiota no se alimenta nada más de comida sana.
Quiero que te preguntes ¿Cómo estás comiendo, cómo son tus relaciones personales, cómo es tu nivel de sueño y descanso, qué nivel de estrés tienes, tienes pasatiempos que disfrutes y te conecten con un propósito, etc.?
Si sientes bloqueos emocionales o estás atravesando circunstancias complicadas de las que no ves la salida, no dudes en contactar conmigo y mi equipo de expertos en PSYCH-K. Juntos abordaremos soluciones efectivas para reprogramar creencias limitantes y reemplazarlas por otras más SANAS y coherentes con la vida que quieres vivir.
Con amor,
Ale