Cándida y Candidiasis: no es lo mismo

Tener Cándida no es lo mismo que tener Candidiasis. De hecho, la Cándida en su estado inofensivo tiene un papel beneficioso en el huésped.

En el caso de las mujeres, solemos asociar el término «tener Cándida» principalmente a la Candidiasis Vaginal, ya que se estima que aproximadamente el 75% de nosotras experimentará un episodio de Candidiasis Vulvovaginal a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, la presencia de la Cándida no se limita a esta área y tampoco es tan sencilla como podría parecer.

La Cándida es un hongo que se encuentra tanto en hombres como en mujeres, y puede afectar diversas zonas del cuerpo cuando se vuelve patógena, dando lugar a la Candidiasis. Esta afección puede manifestarse en distintas áreas como la boca, el esófago, el intestino, las uñas, entre otras.

Aunque existen alrededor de 150 especies de Cándida, la más destacada y relevante en términos de sintomatología es la Cándida Albicans, seguida por la Cándida Tropicalis y la Cándida Glabrata.

En este artículo, me enfocaré en la Cándida Albicans, ya que es la más común que suelo encontrar en consulta. Mi objetivo es proporcionar una visión amplia para que, en determinado momento, cuentes con los recursos necesarios para sospechar si tus síntomas podrían estar relacionados con una Candidiasis. Este paso es fundamental para buscar la orientación de un profesional que trabaje de manera integral.

Las dos caras de la cándida

La Cándida es un hongo que, de forma natural, reside en nuestra PIEL y en nuestras MUCOSAS como parte integral de nuestra MICROBIOTA.

Cuando nuestra MICROBIOTA se encuentra en equilibrio, la Cándida adopta una forma levaduriforme con una estructura esférica. En este estado, es completamente INOFENSIVA y coexiste en armonía en nuestro organismo, prefiriendo entornos húmedos y un pH ácido estable.

Sin embargo, debido a diversas variables, la Cándida puede transformarse en una estructura llamada MICELIO. En esta fase, emite HIFAS, que se asemejan a bastones y le permiten adherirse al epitelio, formando una red compleja. Es en esta etapa cuando la Cándida se vuelve PATÓGENA.

Es en este punto cuando se manifiesta la CANDIDIASIS. La presencia de Candidiasis generalmente indica un desequilibrio significativo en nuestra MICROBIOTA, lo que se conoce como DISBIOSIS.

Las áreas más comunes del cuerpo afectadas por la Candidiasis son:

  • Intestinos
  • Esófago, boca
  • Pulmones
  • Vagina en mujeres, glande en hombres
  • Sistema genitourinario
  • Zona perianal
  • Piel, uñas

Funciones de la Cándida

La Cándida, en su estado benigno, desempeña funciones vitales para nuestro organismo, como:

  • Contribuir a la descomposición de residuos de carbohidratos en el intestino.
  • Absorber ciertas cantidades de metales pesados para prevenir su ingreso al torrente sanguíneo.
  • Colaborar con las bacterias para mantener el equilibrio intestinal y un pH adecuado.
  • Estimular la actividad de las células Th17, esenciales en las respuestas inmunitarias protectoras. La Cándida puede activar estas células para generar una respuesta defensiva ante patógenos. Las células Th17 forman parte del Sistema Inmunitario Adaptativo. Como resultado, la interacción puede ser beneficiosa para fortalecer la respuesta inmunitaria.

La microbiota en su conjunto (intestinal, oral, vaginal, entre otras), junto con el sistema inmunitario, colaboran para mantener bajo control estas levaduras.

¿Por qué la Cándida se vuelve mala?

Existen varios elementos clave que influyen en que la Cándida pase a un estado patógeno y desencadene una candidiasis. A continuación, destaco los más destacados:

ALGUNOS FÁRMACOS:

  • Antibióticos: Destruyen la microbiota bacteriana, permitiendo que la Cándida crezca sin control.
  • Corticoides: Deprimen el sistema inmunitario.
  • AINES (antiinflamatorios no esteroideos).
  • Terapias hormonales: Disminuyen nutrientes esenciales para el sistema inmunitario.
  • Inmunosupresores.

MALOS HÁBITOS NUTRICIONALES CON EXCESO DE:

  • Hidratos de carbono refinados.
  • Azúcar.
  • Refrescos azucarados.
  • Comida ultraprocesada.

DISBIOSIS: La pérdida de equilibrio en la microbiota, conectada con todo el organismo, puede ocurrir por diversas razones, como antibióticos, estrés, mala alimentación y toxicidad.

INTOXICACIÓN POR METALES PESADOS/TÓXICOS:

  • Mercurio: Revisar su presencia en empastes dentales.
  • Plomo: Presente en cañerías, utensilios de cocina, cosméticos, etc.
  • Otros como Cadmio, Aluminio, Níquel, etc.

EN CASO DE TUMORES MALIGNOS:

  • Alteración del sistema inmunitario.
  • Efecto secundario de la quimioterapia o radioterapia.

DÉFICIT DE:

  • Hierro.
  • Ácido fólico.
  • Enzimas digestivas, afectando la correcta digestión.
  • Ácido clorhídrico en el estómago (hipoclorhidria).

ESTRÉS ELEVADO:

  • Eleva el cortisol, deprimiendo el sistema inmunitario.
  • Aumenta los niveles de glucosa.
  • Desequilibra la microbiota.

ALTERACIONES ENDOCRINAS:

  • Menstruación.
  • Embarazo.
  • Lactancia.

OTROS FACTORES:

  • Mala higiene bucal.
  • Dentaduras postizas.
  • Pérdida de dientes.
  • Tabaquismo.

Es esencial comprender que la Cándida es oportunista, aprovechando situaciones de desequilibrio para volverse patógena. Sin embargo, la presencia de uno o varios de estos factores no siempre indica candidiasis; la evaluación clínica y el historial personal son cruciales para un diagnóstico preciso.


¿Qué provoca el grato de patogenicidad?

Cuando la Cándida experimenta una metamorfosis, las hifas resultantes poseen una habilidad extraordinaria para adherirse a la mucosa, formando extensos biofilms o biopelículas. Estas comunidades celulares, enclavadas en una matriz extracelular rica en polisacáridos, con la glucosa como componente principal en el caso de la Cándida Albicans, pueden actuar como un escudo protector contra los antifúngicos.

En el intestino, estas hifas pueden dañar las uniones estrechas entre los enterocitos, desencadenando la Hiperpermeabilidad Intestinal. Esta vía de propagación rápida puede permitir que la Cándida pase al torrente sanguíneo y alcance diversas mucosas en el cuerpo, dando lugar a la peligrosa Candidiasis Sistémica.

Es común encontrar Candidiasis en diversas áreas, como la oral, esofágica, vaginal, pulmonar, cutánea, ungueal y vesical. Aunque la propagación no siempre se origina en el intestino, es la situación más frecuente.

En su estado patógeno, la Cándida produce metabolitos que actúan como tóxicos para el organismo. Estos incluyen el Ácido Tartárico, la Arabinosa, el Acetaldehído, la Fosfolipasa, el Indol y otras sustancias que afectan negativamente al sistema gastrointestinal, nervioso y endocrino. La capacidad de formar biofilms y la producción de adhesinas y enzimas hacen que la Cándida sea resistente a los agentes antimicrobianos y pueda desactivar células del sistema inmunológico, así como destruir las uniones que constituyen la Barrera Intestinal.

Síntomas de la Candidiasis

Después de explorar algunas de las sustancias que la Cándida genera en su estado patógeno, puedes tener una idea de los posibles síntomas asociados. Aquí te presento los más destacados, aunque no necesariamente se manifiestan todos:

ANTOJO COMPULSIVO DE CARBOHIDRATOS Uno de los síntomas más distintivos, especialmente el deseo de consumir carbohidratos refinados como dulces, chocolate, pasta, pan y azúcar.

EN EL SISTEMA DIGESTIVO Acidez/ardor estomacal Sensación de obstrucción en la garganta, como si hubiera algo dificultando la deglución, lo que provoca tos e irritación, incluso afonía Gases, generalmente con poco olor Hinchazón abdominal Mala absorción de nutrientes Alteración en la permeabilidad intestinal Episodios de diarrea y/o estreñimiento Desarrollo de sensibilidades y/o intolerancias alimentarias Desequilibrios en los niveles de glucosa

A NIVEL EXTRADIGESTIVO Capa blanca en la lengua Problemas cutáneos y/o en las uñas Fatiga crónica Insomnio Mareos Dolores de cabeza Malestar en músculos y articulaciones Molestias en ojos y oídos Retención de líquidos Cambios de humor, especialmente irritabilidad, e incluso síntomas de depresión y ansiedad Alta sensibilidad a olores químicos Sobrecarga hepática Picor anal En mujeres, posibles síntomas incluyen: Aumento excesivo de estrógenos Alteraciones menstruales Flujo vaginal más denso y abundante, de color blanco Vaginitis (inflamación en la zona genital)

¿Cómo trabajo en consulta una disbiosis intestinal?


Mi enfoque terapéutico frente a una CÁNDIDA PATÓGENA es integral, sin importar su ubicación específica (oral, vaginal, piel, etc.). Mis objetivos inmediatos son REDUCIR LA INFLAMACIÓN y RESTAURAR EL EQUILIBRIO DE LA MICROBIOTA. Por esta razón, examino, al menos, los siguientes aspectos:

LA ALIMENTACIÓN Es esencial conocer los hábitos alimenticios detallados de la persona en consulta para diseñar una pauta personalizada. Reviso la TOLERANCIA a los alimentos más consumidos, ya que pueden generar sensibilidades e inflamación. Una medida común en la pauta es la reducción de los Hidratos de Carbono refinados, especialmente en casos de «adicción» a lo dulce, común en la Candidiasis.

EL PROCESO DE DIGESTIÓN Desde la BOCA hasta el INTESTINO, reviso la salud de dientes, presencia de metales pesados y ajustes necesarios. Verifico el ESTÓMAGO en busca de tendencias a la Hernia de Hiato, Hipoclorhidria o Hiperclorhidria, y sobrecrecimiento de Helicobacter Pylori. Evalúo el HÍGADO para asegurar una detoxificación adecuada, el PÁNCREAS para gestionar los azúcares y el INTESTINO para posibles disfunciones.

LA MICROBIOTA Detecto DISBIOSIS y, según su gravedad, recomiendo prebióticos y/o probióticos específicos. Evalúo la necesidad de romper BIOFILMS donde la Cándida Patógena se encuentra. La Candidiasis puede afectar tanto a las mucosas como a la piel, y en casos de propagación sanguínea, incluso órganos.

GESTIÓN DEL ESTRÉS Reviso las Glándulas SUPRARRENALES para evitar el exceso de cortisol, que puede deprimir el Sistema Inmunitario. La dimensión EMOCIONAL también es crucial y se aborda con técnicas como Respiraciones Conscientes, Flores de Bach o Coherencia Cardiaca.

POR QUÉ TODO ES IMPORTANTE Mi enfoque NO BUSCA ELIMINAR la Cándida, reconociendo sus funciones beneficiosas, sino RESTAURAR EL EQUILIBRIO general del organismo. Este proceso requiere tiempo y compromiso, siendo esencial la colaboración activa de la persona en consulta.

Como ves, TODO ES INTERCONEXTO y trabajamos desde una visión y abordaje INTEGRAL. Para obtener más información sobre cómo puedo ayudarte, los programas que ofrezco y cómo son mis sesiones, consulta aquí. También puedes contactarme por teléfono, WhatsApp, email o instagram.

Índice de contenidos

Compartir artículo

1 comentario en «Cándida y Candidiasis: no es lo mismo»

Deja un comentario